Ayer conocíamos que el desempleo en Jerez se estancaba en algo más de 28.000 trabajadores, lo que supone una tasa de paro en torno al 32%, casi diez puntos por encima de la media nacional.
Ante esta cifra nos hemos preguntado qué impacto tiene este alto desempleo sobre la competitividad de la ciudad. Unos de los factores que determinan la competitividad de una ciudad es el volumen de su mercado, lo que vendría dado por la demanda agregada de empresas, particulares y administraciones públicas. Un indicador del tamaño del mercado es la renta disponible obtenida a partir de la recaudación fiscal, dato que publica la Agencia Tributaria desagregada por municipios (Datos municipales Agencia Tributaria).
Con estas cifras hemos elaborado la siguiente tabla:
En la tabla hemos comparado Jerez con las principales ciudades de Andalucía, así como con los valores medios para Andalucía y España. Creo que no es necesario mayor comentario que el dato en sí mismo. Una renta disponible media baja nos indica un mercado de trabajo de bajo valor añadido, marcado por bajos salarios y, probablemente, precariedad laboral.
Pero el dato que nos vincula el impacto del desempleo sobre la competitividad es la relación entre el número de declaraciones y el número de habitantes.
El dato para Jerez es de algo más de 90 puntos por debajo de la media nacional y, a excepción de Algeciras, el más bajo de Andalucía (y por debajo de la media de ésta).
Y ahora hagamos algunas reflexiones.
Existe una relación entre la competitividad de la ciudad y su mercado laboral que, además nos introduce en un círculo vicioso de difícil ruptura: un mercado laboral de bajo valor añadido, genera poca demanda agregada y consecuentemente reduce el tamaño del mercado; mercados pequeños no atraen empresas ni permiten que el empresariado local genere economías de escala, lo que genera desempleo y dificultades fiscales para las administraciones, y así sucesivamente.
Otra cuestión a resaltar es lo que podríamos llamar «el efecto capital» que puede explicar las diferencias entre Jerez y el resto de ciudades andaluzas. Este efecto capital se sustanciaría en el mayor gasto que a través de los salarios de los trabajadores públicos realizan las administraciones en las capitales. Esta masa monetaria explicaría una parte de la mayor renta disponible media en estas ciudades.
No tengo mucha confianza en que la administración andaluza vaya a revertir esta situación hacia Jerez, a pesar de la sobreactuación de algunos discursos políticos, ni que el mercado endógeno tenga potencia para romper el círculo vicioso. La estrategia debe ser otra.
Una propuesta estratégica
Sin más intención que poner sobre el tapete algunas ideas al calor de las reflexiones anteriores, entendemos que la política económica de Jerez debería estar definida dentro de la siguiente envolvente:
- Conectar la ciudad con los ejes de desarrollo de la economía europea (euroasiática en un futuro). Esto tiene una dimensión en el ámbito de las infraestructuras sin duda; pero también (y fundamentalmente) en el ámbito de los empresarios locales. La conexión empresarial pasa porque las empresas locales accedan y sepan moverse en estos mercados, que no necesariamente tendrán que estar a miles de km; Los polos de desarrollo regional están en Málaga y Sevilla; Y Madrid es el polo global más cercano y afín a nuestra propia cultura de negocios, sin olvidar nuestra vecindad con Tánger. En este discurso, internet tiene una gran importancia. Pero no sólo. En nuestro ámbito económico más cercano, la presencia física y el contacto personal es importante y constituye una factor de competitividad más.
- La competitividad urbana perdida por las condiciones del mercado de trabajo, puede compensarse con un diseño de servicios públicos y del urbanismo que mejore la calidad de vida y facilite la atracción de inversores externos. Esto supone un incremento del gasto público que pudiera además ejercer un cierto efecto capital; no se trataría de localizar centros administrativos de la Junta de Andalucía (aunque siempre reivindicaré la capitalidad provincial en materia agraria de Jerez), sino de poner en marcha una política de mejora de los servicios municipales, incluyendo un plan de inversiones en infraestructuras, equipamientos y rehabilitación, así como el desarrollo de suelo industrial de características especiales (grandes parcelas) en zona norte (Siles II) y El Portal.
- Activar circuitos de relocalización económica de actividades vinculadas con recursos endógenos (alimentación, energía, agua, reciclado, cuidados), con idea de aumentar la tasa de recirculación de la masa monetaria local.
En esencia, la propuesta es expandirnos en nuestro entorno cercano, posicionando nuestras organizaciones en los principales polos de desarrollo de nuestro entorno. Por supuesto las exportaciones de nuestros sectores maduros son clave en todo lo que a consolidación de nuestro tejido empresarial se refiere; pero a menudo se nos llena la boca de nuevas tecnologías y mercados globales y se nos olvida que vivimos en un entorno con polos de crecimiento en los que podemos ser competitivos.
Esto no es nuevo; de hecho, no son pocas las empresas jerezanas que ya operan en la Costa del Sol, Sevilla o Madrid. Se trataría ahora de formalizar esta experiencia en una estrategia de ciudad.
Por otro lado, estamos en puertas de un nuevo periodo presupuestario de la UE y deberíamos ya estar planteando un acuerdo institucional sobre las inversiones clave para Jerez y que no volvamos a sufrir el denigrante trato al que se sometió a la ciudad con los fondos de la ITI (EL PAPEL DE JEREZ EN LA ITI ¿A QUE ESTAMOS JUGANDO?).
Urbanismo, servicios públicos y relocalización son otras patas de un cambio de modelo económico que permita adaptarnos a un porvenir que probablemente será euroasiático, y cuyas bases tendremos que cimentar con las decisiones presentes.