EL EMPLEO Y LA RIQUEZA DE LAS NACIONES

En 1995, el economista norteamericado Jeremy Rifkin escribió «El fin del Trabajo», uno de los «bestseller» de divulgación económica más premonitorios. En dicho trabajo, el autor avanzaba cambios en el sistema económico global que nos conducirían al «postmercado», una economía de no escasez en la que el trabajo humano, tal y como lo hemos conocido hasta la revolución tecnológica de los 80, iría desapareciendo para alcanzar, en los países desarrollados -todo hay que decirlo-, un nuevo modelo laboral dentro de un sistema en el que el sistema de distribución de riqueza no atendería necesariamente a los salarios. Rifkin, sin embargo, incluía como hipótesis que las fuerzas sociales se impondrían sobre los intereses del capital. Con la crisis financiera de 2008, que nos ha arrojado de bruces a una nueva fase del desarrollo del capitalismo global (dejémonos de ciclos), hemos comprobado que esta hipótesis, de naturaleza política -no económica- , no se está cumpliendo y que el papel del trabajo en la economía global está evolucionando hacia otros territorios.

De hecho hoy sabemos que en el sistema económico actual es posible crecimiento económico sin aumento de empleo, que la distribución de la riqueza es indiferente a la productividad del trabajo y que crecimiento y desigualdad van de la mano. Internet está llena de artículos al respecto y no vamos a incidir más al respecto.

Los motores de cambio no son ni mucho menos la tradicional dialéctica entre trabajo y capital, sino la globalización de mercados, las tecnologías y el «filibusterismo» financiero (la deuda como variable clave sel sistema).

Estamos, en definitiva, en un nuevo sistema económico en el que el trabajo y la tierra, parecen que han dejados de ser las bases de la riqueza.

De hecho, la crisis del trabajo y la crisis ecológica (como hace tiempo se viene evidenciando desde la economía ecológica o la ecología política) debemos considerarlas como dos manifestaciones de un mismo modelo económico inducida por estos mismos tres factores.

El reciente informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) Perspectivas sociales y del empleo en el mundo 2015: El empleo en plena mutación, va en la línea de lo aquí formulado.

«El cambio que estamos observando, de relaciones de empleo tradicionales a un número mayor de formas de empleo atípicas, en muchos casos está relacionado con el aumento de la desigualdad y de las tasas de pobreza en muchos países» . Guy Ryder, Director general de la OIT

El informe apunta, entre otras, a las siguientes tendencias:

  • A escala global, el crecimiento del empleo se ha detenido a razón de 1,4% anual desde 2011
  • Reducción del empleo estable, frente al aumento del empleo a tiempo parcial y al de carácter informal (fuera de regulación)
  • Aumento en la desigualdad de ingresos.

Por otro lado es llamativo la referencia a los empleos generados en el proceso propiamente de globalización (trabajos relacionados con cadenas globales de aprovisionamiento -CAM-). Una estimación basada en unos 40 países de los cuales se dispone de datos muestra que más de uno de cada cinco empleos en el mundo está vinculado a las cadenas de aprovisionamiento mundial, es decir, empleos que contribuyen a la producción de bienes y servicios que son consumidos o terminados de procesar en otros países.

Sin embargo, a pesar de las promesas vertidas sobre el impacto positivo de la globalización sobre el empleo, el informe señala el estancamiento del empleo vinculado a las CAM. El informe constató que las cadenas de aprovisionamiento mundiales están asociadas a beneficios para las empresas en términos de mayor productividad, pero no necesariamente para los trabajadores en términos de salarios. Esto se debe – entre otras causas – a las relaciones de poder asimétricas dentro de las CAM, que con frecuencia están dominadas por las empresas matrices y márgenes inferiores para las empresas proveedoras. Además, en algunos países, los trabajadores de las empresas proveedoras enfrentan mayores limitaciones en su capacidad de negociar mejoras salariales.

Aunque el redactor del informe indica que aún no se disponen de datos que confirmen que esta caida del empleo relacionado con las CAM corresponden a una tendencia intrínseca del sistema, no cabe duda que se deberá tener muy en cuenta a la hora de valorar el impacto sobre el empleo de los grandes acuerdos comerciales como el TTIP.

Parece, por tanto, que estamos más cerca de las pesadillas de Dickens que en la utopía de Rifkin. Espero esta semana hacer alguna reflexión al respecto  pero a escala local, sobre la base de los datos disponibles. Está claro que con estos vientos, hay que sacar nuevas velas. De lo contrario el barco, o no avanzará o los vientos lo arrastrarán contra las rocas.

NAVIDAD Y GLOBALIZACIÓN

Ayer tarde me encontré un antiguo amigo que lleva años trabajando en una empresa de inversión en bolsa. En la conversación que mantuvimos en la calle salió el tema del paro en Jerez y la situación económica de la ciudad. Objetivamente, la estructura económica del país hace que todos los octubres se produzca un repunte en el desempleo recogido en el INEM. Esto viene siendo así desde hace años gobierne quien gobierne. Y Jerez no iba a ser diferente a este respecto. Entonces salí con el latiguillo del repunte en el empleo que supone la campaña de navidad. Mi amigo, entonces, negando con la cabeza, me cambió los esquemas cuando me soltó a bocajarro un «ya es demasiado tarde«. ¿Cómo?, ¿3 de noviembre y ya es tarde?.

Pues sí. Para el capitalismo global, la campaña de navidad arranca el 11 de noviembre, cuando en China se celebra el día del soltero, y millones de chinos se lanzan a hacer compras por internet. Después llega el Día de Acción de Gracias en EEUU, que este año cae el 26 de noviembre, cuando se produce la explosión de consumo global de cachibaches de regalo y que da el pistoletazo al evento consumista por excelencia: la fiesta americana de santa claus. La campaña de navidad en España es la guindita; guindita cada vez más pequeña porque dado el nivel de desempleo y la devaluación de salarios, la capacidad de compra de los españoles en general (y no digamos de los jerezanos) está por los suelos.

Con esto, seguramente se producirá en el mes de diciembre un repunte del empleo en el comercio. Pero nada más. A escala global la campaña de navidad es otra cosa y si se quiere entrar en esta liga, los empresarios y emprendedores jerezanos deben cambiar los esquemas. Servicios de internacionalización, internet y logística van de la mano. En Jerez se es capaz de producir manufacturas interesante para este mercado, pero la ciudad no es competitiva para ello. Esos mismos productos en Madrid se posicionarían sin mayores problemas que los propios de las operaciones ¿Por qué?. De esto va el debate sobre el modelo económico de ciudad.

Es llamativo que la Cámara de Comercio haya dejado de ejercer el liderazgo institucional en cuanto a fomentar la internacionalización empresarial. La desinstitucionalización de la ciudad es una de las causas de la pérdida de competitividad. El PCTA es otro caso al respecto, pues innovación y mercados globales van de la mano.

La Junta de Andalucía ha destinado recursos a un plan PLAN ESTRATÉGICO DE INTERNACIONALIZACIÓN DE LA ECONOMÍA ANDALUZA HORIZONTE 2020, que debería tenerse en cuenta en las políticas de desarrollo local. Se echa en falta liderazgo político e impulso institucional

¡NO TODO VA A SER LAMENTARSE DEL PARO Y MIRAR PARA OTRO LADO!

Espero que mi amigo lea este artículo. Aunque trabaja más tiempo en Madrid que en Jerez, sigue manteniendo su domicilio en la ciudad. Defiende con vehemencia su enorme potencial. Al final, al despedirnos, me hizo una última pregunta: «Oye ‘Isa, ¿sabes por qué no funciona la fuente del Arenal?, esto cada vez se parece más a una plaza de pueblo».

CARNE DE MIS ENTRAÑAS

Según el Informe 2014 de la Federación de Industrias de Alimentación y Bebida (FIAB), el sector alimentario aportó una producción por un valor de 93.238 M€. La industria agroalimentaria aporta el 22,5% del valor total del sector manufacturero español, así como 22,4% del empleo del mismo (unos 480.000 empleos)

Dentro del sistema agroalimentario, las industrias cárnicas aportan 20.187 M€, lo que supone el 26% de la producción total. Asimismo, concentran el 23% del empleo del sector.

Los productos cárnicos suponen el 4,7% del coste de la cesta de la compra, siendo el primer item de la misma.

Los consumos anuales per cápita de los principales productos cárnicos son los siguientes

  • Carne de cerdo……………………… 10,6 kg
  • Carne de vacuno…………………….   5,8 kg
  • Carne ovino/caprino…………………. 1,8 kg
  • Carne transformada………………….12   kg

En España se consumen unos 30 kg de carne por persona y año

Con estas cifras, no es de extrañar el revuelo que se ha liado con el informe de la OMS que vincula el consumo de estas carnes con el cáncer (International Agency for Research on Cancer). Con total seguridad, en los próximos días veremos un goteo de expertos y responsables políticos minimizando las conclusiones del informe y asegurando la calidad y seguridad alimentaria de los productos cárnicos existentes en el mercado. A modo de aquella bomba atómica caída sobre tierras almerienses y el baño correspondiente de ministros para demostrar la inocuidad de aquellas aguas, probablemente asistiremos a más de una comilona pública.

El tema no es desde luego nuevo y sólo habría que correlacionar datos de consumo con los de cáncer en países occidentales para concluir que algún tipo de relación existe. En fin, no es el objetivo de este blog entrar en este tipo de polémicas. El informe está ahí y que cada uno actúe en consecuencia.

Pero el tema, pone en actualidad un debate existente en el ámbito de las políticas agroalimentarias globales: la imposibilidad de extender a toda la población mundial el modelo alimentario de los países anglosajones; un modelo de dieta basado en el alto y repetido consumo de carnes.

Implantación de sistemas ganaderos intensivos que exigen uso de antibióticos y hormonas de crecimiento,maltrato animal (y lo que eso supone para el estrés de las reses y la salubridad de las carnes), orientación de la producción de cereales para alimentación animal, deforestación de selvas para la producción forrajera, incremento de los gases efecto invernadero (metano), son alguno de los  impactos negativos del sistema industrializado y global de producción ganadera.

En consecuencia, el informe de la OMS, no sólo debería tener implicaciones en las políticas de salud, sino que además constituye una llamada de atención a la insostenibilidad del sistema agroalimentario globalizado.

Doce países acuerdan la charada del Tratado Libre Comercio del Pacífico 5/10/2015GurusBlog

Mientras los lobbies siguen avanzando para aprobar el Tratado de Libre Comercio Atlántico (TTIP) ya tenemos a una docena de países o más bien de corporaciones de estos países que han acrodado el Tratado de Libre Comercio Transpacífico o TTP en el que participarán EEUU, Japón, Australia, Brunei, Canadá, Chile, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam culminando así 5 años de negociaciones en los que aún no se sabe muy bien que es lo que se ha negociado.

Queda pendiente la ratificación del texto por parte de los Congresos de los respectivos países.Obviamente el acuerdo del TTP será vendido cómo una maravilla que beneficiará directamente al bienestar de los ciudadanos de estos países, Obama no ha tardado en ensalzar las bondades del acuerdo:

“Esta asociación nivela el campo de juego para nuestros granjeros y fabricantes eliminando más de 18.000 impuestos con los que diversos países gravan nuestros productos”,

“Cuánto más vendamos fuera, más trabajos altamente remunerados sostendremos en casa y esos empleos tienden a pagar mejor a los estadounidenses, puesto que las empresas exportadores pagan un 18% más que las que no lo hacen”,

“Cuando un 95% de nuestros consumidores viven fuera de nuestras fronteras, no podemos dejar que países como China dicten las reglas de la economía global”,

No lo ven tan claro economistas de la talla de Joseph E. Stiglitz: El mayor acuerdo de comercio de la historia no es lo que parece. He escuchado muchas veces la importancia que tiene el TPP para el libre comercio. La realidad es que estamos ante un acuerdo para gestionar el comercio y las inversiones entre sus países miembros en beneficio de los lobbies más poderosos de cada país. Qué no os quepa la menor duda. El TPP no es un acuerdo sobre el libre comercio. Nueva Zelanda quiere el TPP para beneficiar su industria láctea, Australia no está contenta en cómo EEUU y México manejaban el comercio del azúcar, EEUU no está contenta en cómo Japón quiere tratar el comercio del arroz. Cada uno de los países tienen detrás importantes industrias que amenazaban con bloquear las negociaciones.

Entre otros el acuerdo permitirá a las farmacéuticas expandir en el tiempo la caducidad de sus patentes. Investigaciones económicas nos muestras claramente que la promoción de la investigación en la que se escudan los que buscan la protección intelectual prolongada de sus desarrollos es en el mejor de los casos débil. De hecho la evidencia nos muestra lo contrario. Cuando la Corte Suprema invalidó la patente de Myriad en el gen BRCA se disparó la innovación al respecto obteniendo mejores resultados y menores costes. La provisiones contempladas en el TPP lo que hacen es restringir la competencia y aumentar los precios para todos los consumidores del mundo, una anatema al libre comercio.

El TPP va a permitir que la industria farmacéutica siga construyendo sus monopolios basados únicamente en la protección que le otorga las patentes manteniendo fuera del mercado la competencia de medicamentos genéricos y bloqueando la introducción de medicamentos de biosimilares.

El TPP y el TTIP con Europa buscan también crear una supra justicia por encima de los Estados. El objetivo es replicar el sistema creado por la industria del Tabaco en los EEUU que bajo acuerdos concretos para resolución de conflictos buscó crear un paraguas para proteger a esta industria contra las regulaciones de los Estados destinadas a combatir el flagelo del tabaco en la salud. Bajos estos acuerdos de resolución de conflictos las empresas podrán tener el derecho de acudir a tribunales de arbitraje privados para exigir compensaciones a los países que regulen contra sus intereses y cuyas regulaciones reduzcan sus expectativas de beneficios. Proteger a la empresa privada es necesaria para fomentar la inversión cuando los Estados carecen de sistemas judiciales fiables. Pero el argumento es una estupidez cuando se busca imponer este mecanismo de resolución de conflictos sobre un sistema judicial de calidad como el Europeo o el Japonés. Una cosa es proteger la inversión extranjera contra la expropiación arbitraria y otra muy distinta obligar a compensar a las empresas cuando se les aplica una regulación para evitar que causen daño los ciudadanos de un país. Aún a día de hoy Philip Morris International tiene demandas abiertas contra Australia e Uruguay porque estos países regularon que las cajetillas de tabaco debían llevar advertencias sobre el impacto que tiene fumar sobre la salud. Bajo la nueva supra justicia que quiere establecer el TPP y el TTIP los países deberían indemnizar a las compañías tabaqueras si estos países deciden introducir nuevas advertencias en las cajetillas de tabaco.Esta nueva supra justicia complicarán mucho la acción de muchos gobierno para llevar a cabo funciones básicas cómo la de proteger la salud de sus ciudadanos, proteger el medioambient

Origen: GurusBlog