JEREZ (COMO SIEMPRE), SEGUNDO PLATO

 

Ayer, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) formalizó públicamente la adjudicación de la gestión de servicios y comercialización de la terminal de mercancías de Jerez a la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, en un acto celebrado en el Ayuntamiento de Jerez.

Adif ya sacó a concurso estas instalaciones en el 2016 en un procedimiento que quedó desierto. En la licitación de Adif, se exigía un importe mínimo de la oferta para cuatro años de 336.960 euros. El concurso, mediante procedimiento abierto y bajo el criterio de adjudicación de la oferta más ventajosa, ofrecía un contrato de duración de cuatro años, con posibilidad de prórrogas por periodos anuales de hasta un máximo de dos años.
La terminal de Adif en Jerez cuenta con una nave de 1.200 metros cuadrados y una playa de contenedores de 12.500 metros cuadrados. Dispone de seis vías, dos de ellas electríficadas, con una longitud de entre 200 y 810 metros  (EL VIJIA).

Sin duda es una buena noticia para la economía jerezana (y, por ende, para toda la zona), pero no podemos menos que mirar de reojo una decisión con trampa.

Ya resulta extraño que una noticia de semejante alcance (puesta en servicio de un puerto seco en Jerez), se realice en estas fechas navideñas, cuando todo pasa un poco más desapercibido, y no se haya hecho con antelación a las elecciones andaluzas. Es posible que se estuviera esperando para las municipales, pero que dadas las circunstancias, se ha tenido que aprovechar una última foto de lo que posiblemente sean las postrimerías del gobierno social-liberal de la Junta.

Pero más allá del chascarrillo político, lo preocupante es el plazo de adjudicación (4 años ampliable a 6) y el temor de que esta decisión de la autoridad portuario no sea apostar realmente por la creación de un puerto seco en Jerez, sino una medida temporal que permitirá al puerto gaditano contar con conexión ferroviaria mientras  se ejecutan los accesos ferroviarios propios de la Nueva Terminal de Contenedores y la dársena de La Cabezuela-Puerto Real, proyecto que cuenta ya con financiación procedente de Puertos del Estado.

En definitiva, una vez más, Jerez sigue siendo el segundo plato en la política regional de desarrollo de infraestructuras logísticas.

 

 

 

 

EL DEBATE DE LAS VIAS PECUARIAS O LA TRAGEDIA DE LOS COMUNES

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En 1968, el biólogo Garret Hardin escribió un influyente artículo (La Tragedia de los Comunes), que ha marcado profundamente las doctrinas socialdemócratas en materia de gestión económica de los recursos naturales.

Reconozco que comparto poco del marco filosófico subyacente al pensamiento de Hardin en dicho artículo, que supura malthusianismo y darwinismo social por todos lados. Tampoco veo la crítica al liberalismo económico que se le ha atribuido. El que desmienta la «mano invisible» asignada a Adam Smith, por la que la suma de intereses privados confluía necesariamente en un beneficio general para la sociedad, no supone necesariamente una crítica a los fundamentos del liberalismo. Es más, permite justificar la perspectiva socio-liberal y su principio de que el conflicto entre interés privado y bienes comunes sólo es posible si incorporamos regulaciones (y con ellas, la coerción del estado) y limitaciones al derecho universal de propiedad.

Pero, salvando estos aspectos, creo que es importante tener en perspectiva este artículo para abordar el debate sobre las vías pecuarias, entre otras razones porque en él se identifican las cuestiones clave en el conflicto entre intereses privados y bienes públicos.

Las vías pecuarias son bienes de naturaleza demanial que en las últimas décadas han sufrido un silencioso proceso de privatización encubierto, con el pretexto de que ya no sirven al uso ganadero originario. Los cortes en la continuidad de estas vías rurales o su ocupación por parte de los propietarios de fincas colindantes, por particulares o por la propia administración, están al orden del día. Frente a este proceso, colectivos ecologistas y culturales han venido defendiendo el sistema de vías pecuarias como un importante patrimonio público para la preservación de la biodiversidad en espacios agrarios y base para el desarrollo de actividades de ocio, turísticas y disfrute de la naturaleza para los ciudadanos. Y todo ello, sin renunciar al uso ganadero tradicional; de hecho, la UE está dando claros mensajes de que la ganadería europea debe retornar a patrones productivos más vinculados con los recursos pastorales del territorio y desde las administraciones se están poniendo en marcha medidas tendentes a impulsar la gandería de pequeña trashumancia (escuela pública de pastores de Andalucía), por lo que no debe resultar extraño que en los próximos años volvamos a ver rebaños pastando por nuestras cañadas.

En Jerez, el tema de la degradación de la red de vías pecuarias ha pasado a primera línea del debate política como consecuencia de la existencia de un número relevante de viviendas construidas sobre vías pecuarias. La ley de vías pecuarias imposibilita urbanizar estos núcleos de población (acerado, iluminación, alcantarillado) así como a acceder a la propiedad del suelo por parte de los vecinos. Estos, por su parte, esgrimen que llevan años pagando impuestos municipales y que estos núcleos de población tienen un carácter histórico pues desde hace muchas décadas, los trabajadores agrícolas constuyeron sus casas en las cañadas para poder estar en las cercanías del trabajo.

En el PGOU de Jerez de 2009 se reconocieron estos núcleos rurales bajo la figura urbanística de Hábitat Rural Diseminado argumentando el carácter histórico de estos asentamientos. El desbloqueo de la situación para los vecinos (o así se lo han hecho creer) pasaría por la desafectación de las vías pecuarias, esto es, hacer que los suelos sobre los que se asientan sus viviendas dejen de ser cañadas para pasar a ser suelo público de la Junta de Andalucía no afecto a servicio público y, por tanto, «vendible».

Por contra, colectivos ciudadanos han cuestionado el carácter histórico de estos poblamientos y reducen el tema a una cuestión de ocupación privada de un bien público.

Tomemos por ejemplo el caso de La Guareña y comprobemos su estado en 1956 y el actual para comprobar que no falta razón a este argumento:

guareña 1956

GUAREÑA 1956

 

guareña 2015

GUAREÑA 2015

 

Con el fin de clarificar en alguna medida cuestiones técnicas que intervienen en este tema, nos hemos atrevido a redactar un informe que ponemos a disposición de quien esté preocupado por los detalles de la problemática: ESTUDIO HABITAT RURAL DISEMINADO

Aquí, sólo vamos a hacer unas valoraciones finales sobre el tema, extraídas de dicho informe:

El debate sobre la legalización de viviendas en vías pecuarias, se encuentra viciado por una grosera e interesada manipulación partidista, que busca instrumentalizar políticamente a la población afectada. Los discursos inducen a provocar una dialéctica entre la conservación de un bien público como son las vías pecuarias y los principios de justicia social argumentado sobre el carácter histórico de los asentamientos rurales.

Oponer la defensa de lo público a la justicia social es algo inaudito y demencial, que sólo persigue confundir a opinión pública y afectados.

Por otro lado, se desvía la atención sobre un hecho crucial: que las administraciones públicas competentes (junta de Andalucía como titulares de las vías pecuarias y ayuntamiento de Jerez como autoridad urbanística competente), llevan casi dos décadas haciendo dejación de funciones en esta materia

Las implicaciones jurídicas de este hecho no corresponde señalarlas aquí. Pero lo cierto es que con este incumplimiento de las leyes, las administraciones han provocado el menoscabo de los bienes públicos cuya custodia la sociedad les tenía encomendado.

Los perjudicados por esta situación son dos: por un lado el conjunto de la sociedad que ha visto degrado el estado de derecho y un bien de todos; y por otro lado, los residentes en vías pecuarias a los que, más allá de su responsabilidad personal, se le ha dado un mensaje de impunidad o pseudolegalidad inconcebible en un Estado moderno.

En el marco jurídico actual, dar solución a la demanda de los vecinos sin reconocer que esto implicará un menoscabo de lo público se llama justificar una privatización silenciosa. Pero aunque se pretendiera, esto requeríría caminos jurídicos rebuscados, rocambolescos y costosos que, me temo, tendremos que pagar entre todos.

Pero mirar para otro lado o pensar que la solución pasa por aplicar la disciplina urbanística es no saber nada del tema. Aquí lo que estamos es ante una excepcionalidad provocada por la mala gestión de los responsables públicos. Y como tal excepcionalidad hay que tratarla jurídicamente.

O, a lo mejor, lo que se está buscando es utilizar la población como ariete para justificar el abrir el melón de la modificación de la ley de vías pecuarias y pasar a la desamortización definitiva de este patrimonio público

Pero las excepciones jurídicas hay que argumentarlas, buscar las causas, delimitar las circunstancias que le dieron lugar y, como en este caso, identificar responsabilidades políticas para que no vuelvan a repetirse. O de lo contrario, estaremos provocando un claro mensaje de efecto llamada

 

PSICOANALISIS DEL DEBATE SOBRE LAS DIPUTACIONES

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El pleno municipal del pasado 30 de marzo nos regaló un magnífico debate sobre el papel de las diputaciones, así como una muestra del cinismo político en estado puro.

El debate se centró en la dialéctica entre el coste que supone el mantenimiento de las Diputaciones frente al argumento del papel que juega esta institución en la garantización de servicios en los municipios pequeños. Puro humo. La cuestión central se discute en otro eje de coordenadas.

Las Diputaciones provinciales son un reducto de las formas de gobierno territorial del siglo XIX. Desde la perspectiva de cómo se entiende una democracia en el siglo XXI, es difícil justificar que, por ejemplo, la presidencia de esta institución (a la que se le da el papel de representación de la provincia) sea una persona elegida para ser concejal en cualquier pueblo de la provincia y, en ningún caso, para que ostente cargos ejecutivos en otra institución. Así, a la actual presidenta nadie la ha votado para que cumpla dicha función, más allá de los votantes sanluqueños que votaron una candidatura para el gobierno de su ciudad.

Entonces ¿por qué se ha mantendido esta institución en el actual marco democrático?.

Desde la constitución del estado moderno, siempre ha existido una tensión entre poder central y municipalismo. El municipalismo como idea política se sutenta  en el principio de que los ayuntamientos son sujetos políticos con capacidad de iniciativa, mientras que los «estatalistas» reducen el papel de los ayuntamientos en el estado a sujetos administrativos y prestadores de servicios. Para estos últimos (allá por el siglo XIX), el ceder poder a los municipios suponía dejar el terreno abonado al caciquismo y al control territorial del país por parte de los poderes fácticos (más proclives al antiguo régimen); y, en esta línea de pensamiento, cuando se produce la organización administrativa del país en provincias, el papel de las diputaciones era reducir las estructuras caciquiles, garantizando el poder del estado a través del contro territorial del país. Las diputaciones en este contexto se veían como un avance en el proceso de modernización del país.

Lo cierto es que, ese caciquismo al que los liberales pretendían superar, se hizo finalmente con las propias diputaciones pues ¿de dónde sino no iban a salir los representantes municipales en la institución provincial?. Esta situación (la diputación como base para el control caciquil del territorio) se consolidó más si cabe con el franquismo.

Con la llegada del régimen democrático del 78 y la conformación de las autonomías, las diputaciones parecían tener los días contados. Sin embargo, la constitución recogió en su artículo 137 que «El Estado se organiza territorialmente en municipios, en provincias y en las Comunidades Autónomas que se constituyan«. Por otro lado, el artículo 141 dice que «La provincia es una entidad local con personalidad jurídica propia, determinada por la agrupación de municipios y división territorial para el cumplimiento de las actividades del Estado«, lo que nos viene a dar una pista de que el sentido de conservar esta figura en un estado descentralizado fue el de garantizar un cierto control territorial del poder central.

Asimismo, el hecho de que la legislación electoral adoptara la provincia como circunscripción, además de favorecer a los grandes partidos nacionales, constituía una justificación para la existencia de una entidad de representación de dicha circunscripción.

Sin duda, las fuerzas nacionalistas comprendieron pronto que el mantenimiento de las diputaciones suponía una inmiscusión del poder del estado en la conformación de los nuevos gobiernos regionales. En el caso de Cataluña, la respuesta fue clara e inmediata, incorporando la figura de la comarca en su estatuto.

En el andalucismo, la comarcalización formaba parte del proyecto de organización territorial de Andalucía. En otros ámbitos ideológicos esto no estaba tan claro. Para la derecha andaluza, la provincia seguía constituyendo la unidad básica de organización del territorio; los socialistas, en sus primeros pasos hacia la conformación de la Autonomía, asumieron el discurso andalucista, más por oportunismo y conformación de grandes mayorías que por convencimiento. El PCE de entonces sí veía a las Diputaciones como un «reducto del poder franquista» pero en ningún momento cuestionó la provincia como unidad de gestión territorial. Las corrientes libertarias, sin embargo, apostaban por el fortalecimiento de un poder municipal comarcalizado por entender que sólo en este espacio era posible una democracia popular real con capacidad de contrarrestar el poder del estado.

Lo cierto es que en los primeros pasos de la conformación del gobierno andaluz como un nuevo poder en el escenario regional, hubo una apuesta por impulsar las comarcas y reducir al mínimo el papel de las diputaciones. Así, durante los años 80 y 90, se produce un rico movimiento de integración municipalista en mancomunidades con la finalidad de mejorar los servicios públicos y promover el desarrollo económico de los espacios comarcales. Experiencias cercanas como las de la Mancomunidad del Bajo Guadalquivir o la de la Sierra de Cádiz dan fe de ello.

Pero a partir del cambio de siglo, la cuestión cambia radicalmente y, como si se tratara de un presagio, las banderas andaluzas dejaron de verse en lo alto de las gruas y las cumbres de las obras de los pueblos de Andalucía.

La «Andalucía Imparable de Manolo Chaves» consolidó el poder regional sobre la idea de que partido (PSOE), Junta de Andalucía y sociedad andaluza eran una misma cosa; un mismo sujeto político que se expresaba en las amplias mayorías obtenidas en las sucesivas elecciones. Para que se produjera esa fusión trinitaria, el partido del rodillo necesitaba control territorial y esto suponía disponer de «centuriones» por toda la geografía andaluza; centuriones que requerían soldada para garantizar la adhesión al sistema y lograr los equilibrios entre las distintas familias políticas. Parafraseando a un lider socialista de la época, «al partido se puede venir a hablar de política pero con las cosas del comer no se juega». Y en esas «cosas del comer», las diputaciones empezaron a jugar un papel fundamental.

El desarrollo del poder de la Junta de Andalucía vino en paralelo con el desmantelamiento del municipalismo en su dimensión política. Aunque en su momento se habló de la «segunda descentralización» como el proceso de transferencias competenciales y presupuesto desde las comunidades autónomas a los municipios (sólos u organizados en comarcas), esto no se produjo en Andalucía más allá de tímidos intentos tardíos como fue la Ley de autonomía Local de Andalucía.

No vamos a quitar valor al avance que sin duda supuso dicha norma en cuanto a la regulación de competencias municipales, pero una cosa era el BOJA y otra el sistema político que ya sin ambajes reproducía el conflicto histórico municipalismo-estado a escala regional. El gobierno regional refuerza el papel de las diputaciones como entidad de representación de los municipios, ampliando el número de programas e inversiones que se implementan a través de convenios con las instituciones provinciales. El poder regional se consolida y articula territorialmente con sus ocho provincias, localizando en cada una un polo de desarrollo en torno a sus capitales. Así control polìtico y modelo económico van de la mano.

Si se le pregunta a cualquier concejal de los pueblos de la provincia sobre la aplicación de estos convenios te dirá sin dudarlo, que la distribución de fondos estaba directamente vinculado con el color político del gobierno municipal. Se vuelve también a dar la extravancia democrática de que, por ejemplo, los fondos del programa de cultura para Torre Alháquime, los gestiona el concejal de otro pueblo de la provincia. Si a ello se le une la opacidad de la información y la falta de transparencia, ya tenemos el campo abonado para el neo- caciquismo de partido que, en el fondo, es lo que subyace al debate abierto por Ciudadanos a nivel estatal.

No debemos perder de vista que la provincia es la circunscripción electoral y por tanto el control de sus votos determina como se conforma el poder del estado. Los dos grandes partidos de la transición confluyen en esta idea: en la importancia de las diputaciones como instrumentos de control político y base de estabilidad para el modelo bipartidista, dando «estabilidad» al sistema surgido tras los Pactos de La Moncloa.

El tema del servicio a los pequeños municipios o del control del gasto es secundario. Aquí de lo que se está hablando es del control del poder territorial. Y como parafrasee más arriba, «con las cosas der comé no se juega»

 

POSTDATA: la conformación de un polo de desarrollo en torno al concepto Cádiz Bahía, forma parte de esta lógica de control territorial: Junta de Andalucía- Provincia- Polo de Desarrollo. El fortalecimiento de cualquier liderazgo urbano al margen de este  sistema político será visto como una amenaza o una disfunción inaceptable. A Jerez hay que sacarla hasta de los mapas del tiempo

UNA MIRADA A LA DEUDA MUNICIPAL A PRIMEROS DE 2016

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por MANUEL HERRERO

Hoy he tenido que revisar algunos datos de la deuda de Jerez para una ponencia y mientras lo hacía me ha dado un escalofrío como siempre que lo hago, como le he dicho a un amigo no se me han puesto los vellos de punta, se han escondido de miedo.

 Esos datos son de sobra conocidos, pero mirándolos en perspectiva asustan aún más, es como que sepamos que la torre Eiffel mide 300 mt, éso nos asombra, pero no nos da miedo, sin embargo cuando nos asomamos a su barandilla el estómago se nos sube y las piernas se paralizan.

 Sabemos que el Ayuntamiento de Jerez debe 1.100.000.000 €, mil cien millones de euros, pero para algunos que aun no tenemos asimilado el valor de los euros quizás nos asuste más su conversión, 182.600.000.000 millones de pesetas, ciento ochenta y dos mil millones,lo que significaría unas once mil viviendas de 100.000 € (Jerez tiene unas 80.000 viviendas ahora mismo), o 55.000 coches de 20.000€ (en Jerez hay ahora unos 90.000 vehículos)

 Empecemos la comparación que nos deja tiritando, esa deuda es lo mismo que construir dos puentes de “La Pepa”, el nuevo de Cádiz, es el presupuesto de todos los Ayuntamientos de la provincia de Cádiz, un millón doscientas mil personas, durante dos años.

 El total de los Ayuntamientos de España debe unos 30.000 millones de €, el primero de ésa lista es Madrid, con mas de 5.900 millones €, el segundo es Jerez, por encima de todas las demás ciudades, Barcelona, Málaga, Valencia, Bilbao, Zaragoza, Sevilla, Cádiz, Palma de Mallorca y miles de etcs… y evidentemente no son ni comparable los servicios y la situación de ésas ciudades con Jerez, éso invalida de plano todos esos comentarios de que sí, tenemos deudas pero a cambio tenemos una preciosa ciudad, como se ve, se puede hacer una gran ciudad sin caer en esa tremenda deuda.

 Otra cifra espectacular es compararlo con su presupuesto, mientras que la deuda de Madrid es 1,35 veces su presupuesto, 4.388 millones €, la de Barcelona es el 0,37, Sevilla el 0,55, Málaga 1,12 veces y Ayuntamientos que se han declarado en quiebra técnica como Zaragoza o Valencia son el 119% o el 108, en Cádiz, nuestra vecina ciudad, se han escandalizado con una deuda de 275 millones € con un presupuesto de 180 millones, ¿como tenemos que calificar la deuda de Jerez? que tiene 1.100 millones € mas de 5 veces el presupuesto, unos 200 mllones.

 La deuda por habitante también es escandalosa, Jerez también lidera ésa lista, de las ciudades con mas de 100.000 habitantes es la primera con diferencia, Madrid por ejemplo son 1.889, Barcelona 609, Valencia 1.033 y Jerez más de 5.100 € por cada jerezano, más de 840.000 pesetas hombres, mujeres, niños y ancianos, una familia media de 4 personas más de 20.000€, 3.200.000 ptas.

 Y una gran diferencia es que mientras que otros ayuntamientos han realizado obras mastodónticas, como Madrid con el soterramiento de la M30, pero Jerez no, nada de nada…

Pero el problema, ya conocido hace tiempo, más que solucionarse se ha agravado, tras la desastrosa gestión de los últimos años, con recortes drásticos, despidos y ventas de patrimonio, la deuda ha aumentado.

INFRAESTRUCTURAS Y EMPLEO

 

PUENTE CADIZ

Esta mañana hablando con el gerente de una de las pocas empresas de obra civil que ha quedado en Jerez, me comenta que para recuperar un nivel de empleo equiparable a la media de Andalucía (no hablemos ya de España o europa) y no seguir perdiendo competitividad en términos de ciudad, en Jerez se debería invertir en los próximos 5 años unos 300 millones de euros. Nada más hay que ver los datos sociológicos del desempleo y recorrer los polígonos industriales para convencernos de que (independientemente de que la cantidad sea más o menos exagerada -unos 60 millones anuales ¡¡uff!!), no le falta razón.

Sin duda, resulta estratégico para la ciudad el conectar directamente el polígono de El Portal con la autovía de Algeciras y la autopista. Ya he defendido en otras partes de estas notas que ésta es la gran obra civil que queda por hacer en la ciudad. Por otro lado, la red de abastecimiento de aguas en alta (la red que gestiona el consorcio de aguas) debe estar ya bastante obsoleta, por no hablar de las infraestructuras de depuración. También es cierto que no estaría nada mal el mejorar las entradas a la ciudad, porque cualquier pueblo del norte de España cuenta con unas entradas más dignas que las nuestras (entrada norte y sur de la autopista, conexión norte con N-IV, entrada desde autovía de la sierra…). La inversión en el casco histórico para hacerlo atractivo al turismo y a los residentes sería también otro capítulo importante a tener en cuenta. Y si sumamos el coste de todo esto, probablemente nos de una cifra cercana a los 150- 200 millones de euro. Y, el impacto que estas obras tendrían sobre el empleo local sería directo, por lo que no estaría mal que, como me comentaba mi amigo gerente, los políticos se puesieran las pilas para que en los presupuestos de Andalucía y del Estado, con el apoyo de fondos europeos, este tipo de actuaciones estuvieran recogidas.

Llevamos unas legislaturas en la que a nuestros munícipes parece que les da vergüenza pelear por infraestructuras de importancia y se contenten con algún programita cosmético, como para callar bocas, y justificar que algo se invierte en Jerez.

Nadie está pidiendo un puente para Jerez…. pero parece que aquí todo se saca a golpe de pancarta. Y si no que se lo digan a los ususarios de la carretera de Cortes.

 

 

 

CARRIL BICI, SENDERISMO URBANO: NUEVAS FORMAS DE TURISMO SOSTENIBLE

SENDERISMO URBANO

Haciendo turismo este verano por una ciudad del norte de europa, me encontré con un grupo de persnonas que armados con botas y bastones de trekking (senderismo), recorrían los alrededores del castillo de la ciudad. La indumentaria me llamó la atención, más que nada, porque me parecía más propia de un entorno de montaña que de una ciudad como aquella. La señalética además correspondía a la propia de un itinerario natural más que a la de un paseo urbano. Pregunté en la oficina de turismo y me sumunistraron un plano con recorridos a pie o en bici que permitía recorrer los lugares clave de la ciudad y de esa manera, conocerla de otra manera. Los recorridos no sólo incluían los monumentos singulares, sino paseos por los principales parques e incluso adentrarse en la campiña circundante. Y no debía de tratarse de una oferta turística extravagante cuando, ya informado, comprobé que no eran pocos los grupos de personas que recorrían la ciudad de esta forma.

El senderismo urbano es una forma diferente de experimentar una ciudad que requiere de una infraestructura de paseos diseñada para ello. Porque como en montaña, el senderista busca «rutas» que empiecen y acaben en lugares singulares y cuyo recorrido constituyan alimento para el alma y para el cuerpo. En la ciudad, el senderista recorre monumentos, visuales urbanas, parques… y también bodegas, restaurantes, mercados de productos singulares.

No se trata de una propuesta turística marginal y de hecho, al final de este mes en Italia, al calor de la Expo de Milán, se celebra el Día Nacional del Trekking Urbano (http://www.trekkingurbano.info/tutto_sul_trekking.html), mostrándose la oferta en este ámbito existente en 50 ciudades italianas. La National Geografic ya se ha hecho eco de esta forma ecológica, lenta y sostenible de hacer turismo (senderismo urbano en National Geografic).

Por mi propia experiencia, puedo asegurar que Jerez guarda unas explendidas condiciones para construir una oferta de senderismo urbano, ya no sólo para conocer la propia ciudad, sino también abireindo rutas hacia La Cartuja por jemplo (por no hablar del viñedo que ya forma parte del portafolio de proyectos de ciudad).

Pero además, el carril bici constituye una infraestructura expléndida para donformar una propuesta turística de este tipo.

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Sólo se requeriría una señalética muy sencilla (normalmente una chapa de no más de 10×10 cm atornillada) y el diseño de rutas atractivas. La inversión requerida no es cara, ni su mantenimiento, y posicionaría Jerez en un mercado turístico en crecimiento.

FINANZAS MUNICIPALES: TIRANDO BALONAZOS PARA ADELANTE O «DE PERDIDOS AL RIO»

insolvencia

En el último Pleno Municipal, el gobierno introdujo un acuerdo para que el Ayuntamiento de Jerez pudiera acogerse a un adelanto de la Participación de Ingresos del Estado (PIE) correspondiente al ejercicio 2016, con lo cual hacer frente a gastos de 2015. Todos los grupos de la oposición pusieron reparos a dicho acuerdo aduciendo que dicho adelanto obligaba a suscribir el próximo ejercicio un crédito cuyas condiciones se desconocían. Esta operación viene antecedida de la solicitud de un nuevo préstamo para poder hacer frente a los intereses de la deuda municipal. Llueve sobre mojado

La delicada situación financiera de la hacienda municipal es bien conocida (ver situación economica de jerez 2014). Básicamente, los puntos clave para entender la situación podemos resumirlo de este modo:

  • Déficit estructural, que ronda los 30 millones de euros.
  • Dificultad de reducir los gastos sin una repercusión en la calidad de los servicios públicos.
  • Peso de los gastos financieros en el conjunto del presupuesto (próximo al 20% del conjunto de gastos).

A pesar de la drástica reducción de plantilla, los recortes en gasto e inversión y los ingresos extraordinarios que supuso la venta de Aguasjerez, el gobierno anterior no logró el deseado equilibrio presupuestario. Por contra, el nuevo gobierno, nos promete un presupuesto para 2016 en el que se incrementa el gasto de personal y se reducen los ingresos vía tasas e impuestos. Esto sólo tiene una lectura: ¡de perdidos al río!

En todo este embrollo, hay una cuestión de fondo: las garantías municipales para hacer frente a los préstamos. El sentido común nos dice que no se debe pedir prestado a un tipo de interés por encima de los beneficios (superavits) esperados.

Como puede verse en el gráfico siguiente, el balance corriente de las cuentas municipales ha venido siendo negativo desde hace al menos una década. Incluso durante los años de crecimiento urbanístico, las cuentas municipales se cerraron en rojo y sólo «dopando» el balance con los ingresos de la venta de la empresa del agua, se logró superavit.

balance presupuestario

¿Quién da un préstamo a alguien que se sabe que no va ser capaz de pagarlo?. ¿Qué condiciones y garantías exigirá el prestatario?.

En abril habrá que ir a un prestamo ICO que exigirá un plan de ajuste. El gobierno anterior ya quemó los fondos de Aqualia y el balance, seguramente, volverá a la senda negativa de la serie. Asimismo, será entonces de aplicación lo establecido en la ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera. ¿Estamos en puertas de una intervención del Ayuntamiento por parte del Ministerio de Hacienda?

¿A qué viene entonces esa urgencia y ese pasar por encima del pleno para acogerse al decreto y conseguir el adelanto de la PIE?. ¿Tendrá algo que ver las amenazas para el cobro de deuda por parte de grandes proveedores en periodo electoral?.

Y, por otro lado, ¿Cómo se va a hacer frente al compromiso de readminisión de los trabajadores afectados en el ERE municipal en unas condiciones de incumplimiento de la Ley de Estabilidad Presupuestaria?.

Si soy malpensado, creo que el gobierno municipal ha encontrado una respuesta para un posible incumplimiento de una promesa electoral. La responsabilidad siempre la tienen otros….

LA MICROFISICA DEL TURISMO

turistas medievales a punto de entrar en Xerez


Siempre es una buena noticia que políticos y empresarios se pongan de acuerdo en fomentar la actividad económica. Para el caso del turismo este trabajo coordinado es clave. Por eso, son importantes los actos como el celebrado ayer en torno a la Mesa del Turismo (reunión mesa del turismo de Jerez).

Allí, volvió hablarse del «modelo turístico», concepto recurrente cada comienzo de legislatura y que convendría concretar, porque al final volvemos a hablar de lo mismo: ciclo festivo, caballo, flamenco y vinos. Permutaciones de los mismos elementos para, finalmente, seguir haciendo lo mismo.

Como no podemos estarnos callados, voy a apuntar algunas cuestiones que en voz baja me vienen apuntando algunos empresarios del sector. Vamos allá.

  1. El AVE ha transformado el sector por allí por donde pasa; no estaría mal ir pensando en una oficina de información turística en la estación.
  2. Los visitantes que llegan en coche se vuelven locos para entrar y salir de la ciudad porque la señalética está completamente desfasada. El perderse en Jerez y dar vueltas encontrando aparcamiento forma parte ya de la leyenda de esta ciudad.
  3. ¡qué bonita estaría la plaza del arenal si funcionara la fuente!
  4. El turismo orientado a la familia con niños debería cuidarse en la ciudad. Una oferta con actividades infantiles no es difícil de montar. Imaginémonos, por jemplo, un autobús turístico que conectara la Ciudad de los niños, una visita teatralizada a Alcazar y zoológico, con una entrada única. No es tan difícil y seguro que hay empresarios que estarín en disposición de organizarla.
  5. ¿Podríamos contar con un servicio de policía municipal turística?: agentes con conocimiento de idiomas y que asistieran a visitantes que hubieran sufrido algún percance. Y, de paso, controlar a los oportunistas que van pegando palos a turístas (me refiero a precios de servicios).
  6. ¿Sería posible subir a la torrre del Reloj o la torre de la Catedral?.

En fin, son pequeños apuntes, que sin grandes inversiones mejorarían la competitividad turística de la ciudad (y todos son de competencia municipal).